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¿Habéis oído hablar de los duendes que llegan a casa en diciembre y se quedan hasta la Navidad?
Este es un descubrimiento que acabo de hacer. Los que todavía no estéis enterados podéis seguir leyendo...
Por lo visto, los duendes que viven en el Polo Norte ayudando a Papa Noel, a primeros de diciembre se desplazan a los hogares en los que hay niños pequeños para hacer bromas (puede esconder las zapatillas o cambiar los juguetes de sitio…), esconderse, vigilar un poco a los niños para ver que se portan bien y como no podía ser de otra manera tratándose de duendes, hacer pequeñas e inocentes travesuras.
En cuanto llegan a casa, lo primero que hay que hacer es ponerles un nombre, esto es tarea de los niños de la casa. Hay algunas listas de nombres para duendes, pero la verdad es que estarán encantados con el que le hayan elegido los niños.
Una cosa muy importante a tener en cuenta es que al duende no se le puede tocar, pues entonces perdería la magia.
Hay que procurar portarse bien para que le diga a Santa que deje los regalos que le pidieron los niños.
Y lo más divertido: descubrir cada día en donde se esconde para poder “pillarlo infraganti” realizando alguna travesura. A menudo dejan algunas pistas para que los niños los encuentren, pues cada día aparece en un lugar distinto de la casa.
Esta actividad está inspirada en el cuento “Elf on the shelf” (El duende/elfo en el estante) escrito por Carol Aeberdsold y su hija Chanda Bell, publicado en 2004. En el que se cuenta la historia de estos traviesos y curiosos personajes.
Esta tradición que cada vez se está llevando a cabo en más países y cada día son más las familias que acogen a un duende en sus casas, pues esta actividad ayuda a que a los niños se les haga más corta la espera de la Navidad, especialmente este año en el que pueden salir menos a la calle y a reunirse con sus amigos.
Al principio, parece fácil pensar en los distintos lugares en los que buscar al duende, pero a medida que pasan los días las ideas pueden agotarse; por eso comparto con vosotros algunas ideas creativas y divertidas que he visto en algunos hogares: por ejemplo, en casa de Ángela y Sofía, un día lo descubrieron sobre la mesa en la que había esparcido azúcar y estaba simulando hacer el ángel en la nieve.
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Otro día, encontraron a Golfo (así se llama este elfo) en la salita, muy entretenido jugando a las cartas.
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El sábado, el elfo se portó muy bien, pues les dejó a las niñas ¡un regalo para el desayuno!
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Esta travesura del elfo me pareció muy graciosa: ¡estaba en el escáner! imprimiendo imágenes de sí mismo y los muñecos.
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El lunes, estuvo dibujando Minions en los plátanos.
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Este Duende es un poco "golosillo", estaba comiéndose unos Lacasitos. ¡Supongo que compartiría!
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Simulando estar en la playa con sus gafas de sol, su toalla y su sombrilla.
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Muy ocupado cocinando con música. Se ve que está muy contento de estar en esta casa.
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Ángela y Sofía se deben estar portando muy bien, pues el duende le trajo una muñequita a cada una.
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Decorando el árbol de Navidad con ¡papel higiénico!
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Hoy, vino Bella, una elfa amiga de Golfo, que no tenía casa en donde quedarse y ahora entre dos duendes, la cosa se pone muy divertida; seguro que harán el doble de travesuras. Bella, estuvo maquillando al elfo y lo dejó ¡muy guapo.
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Así que, si descubrís un elfo en vuestra casa esta Navidad ¡Ya sabéis lo que tenéis que hacer!
¡Gracias por las visitas y comentarios!
¡Hasta pronto!
❤️
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Me alegro de que te haya gustado
ResponderEliminarMuy interesante y divertido. Gracias
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, me alegro de que te haya gustado. Espero que te sigas pasando por aquí
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